-- ¿Qué haces, chico? – peguntó "calzón quitao" a su amigo
"cabeza pelá", que se hallaba sentado en la banqueta de la plaza del
pueblo, cerca del mediodía.
-- Nada – contestó "cabeza pelá". Aunque si estaba haciendo algo.
Estaba sentado en la banqueta de la plaza del pueblo, cerca del mediodía.
-- ¿Y no te cansas de
hacer eso?—preguntó "calzón quitao" para entrar en conversación.
-- A veces me fastidio,
pero sigo haciendo lo mismo – contestó "cabeza pelá”.
-- ¿Por qué? – preguntó
"cabeza pelá".
-- Por nada – respondió
"calzón quitao".
-- ¿Y, tú, qué haces? –
preguntó "cabeza pelá"
estirándose perezosamente y alargando los brazos a la vez que bostezaba
emitiendo un sonido ronco en medio de la plaza de pueblo, cerca del mediodía.
-- Bueno… te preguntaba
que qué estabas haciendo – contestó "calzón quitao”…
-- Ah, verdad… se me
olvidaba – contestó "cabeza pelá" después de disfrutar de la
sabrosura de un estiramiento con bostezo a la vez que miraba a "calzón
quitao".
-- Te invito – dijo
"cabeza pelá".
-- ¿A qué? – respondió
preguntando "calzón quitao”.
-- A que hagamos nada aquí
en la plaza del pueblo – respondió respondiendo "cabeza pelá".
-- Está bien – aceptó la
invitación "calzón quitao" y en ese momento "cabeza pelá"
se arrimó un poquito más hacia allá en la banqueta de la plaza del pueblo, ya
un poquito pasado del mediodía, porque habían pasado algunos minutos en la
conversación