martes, 12 de abril de 2016

Presentación…(Calzón quitao y Cabeza pelá) (libro)

Presentación:


            El caso de este caso es que se trata de dos personajes. Uno responde al nombre de “calzón quitao” y el otro al de “cabeza pelá”.

            Y este caso nos va ocupar el tiempo desde este momento.

En la plaza…(Calzón quitao y Cabeza pelá) (libro)

En la plaza:


-- ¿Qué haces, chico? – peguntó "calzón quitao" a su amigo "cabeza pelá", que se hallaba sentado en la banqueta de la plaza del pueblo, cerca del mediodía.
-- Nada – contestó "cabeza pelá". Aunque si estaba haciendo algo. Estaba sentado en la banqueta de la plaza del pueblo, cerca del mediodía.
            -- ¿Y no te cansas de hacer eso?—preguntó "calzón quitao" para entrar en conversación.
            -- A veces me fastidio, pero sigo haciendo lo mismo – contestó "cabeza pelá”.
            -- ¿Por qué? – preguntó "cabeza pelá".
            -- Por nada – respondió "calzón quitao".
            -- ¿Y, tú, qué haces? – preguntó "cabeza pelá"  estirándose perezosamente y alargando los brazos a la vez que bostezaba emitiendo un sonido ronco en medio de la plaza de pueblo, cerca del mediodía.
            -- Bueno… te preguntaba que qué estabas haciendo – contestó "calzón quitao”…
            -- Ah, verdad… se me olvidaba – contestó "cabeza pelá" después de disfrutar de la sabrosura de un estiramiento con bostezo a la vez que miraba a "calzón quitao".
            -- Te invito – dijo "cabeza pelá".
            -- ¿A qué? – respondió preguntando "calzón quitao”.
            -- A que hagamos nada aquí en la plaza del pueblo – respondió respondiendo "cabeza pelá".

            -- Está bien – aceptó la invitación "calzón quitao" y en ese momento "cabeza pelá" se arrimó un poquito más hacia allá en la banqueta de la plaza del pueblo, ya un poquito pasado del mediodía, porque habían pasado algunos minutos en la conversación


Tema de conversación…(Calzón quitao y Cabeza pelá) (libro)

Tema de conversación:


            -- ¿Qué opinas del calor que está haciendo últimamente en el pueblo? – preguntó "calzón quitao". Pero "cabeza pelá" no contestó nada.
            Fue pasando el tiempo. Al cabo de otro tiempo "calzón quitao" quería conversar sobre lo que fuera.
            -- ¿Y qué piensas de la muerte del compadre Eloy? - preguntó "calzón quitao". Esta vez tampoco dijo nada "cabeza pelá".
            Los pájaros jugaban en las ramas de los árboles de la plaza y las ramas de los árboles se movían por la brisa y el viento que pasaban por la plaza del pueblo.
            -- ¿Te gusta el pueblo? – preguntó "calzón quitao"- Y "cabeza pelá" volvió a quedarse callado.
            -- ¿No tienes calor? – preguntó "calzón quitao"… Silencio por parte de "cabeza pelá".
            -- ¿Qué sabes de lo que pasó en la cuesta antes de llegar al pueblo? – preguntó "calzón quitao"… Más silencio de "cabeza pelá".
            Hizo muchas preguntas "calzón quitao" y a ninguna le contestaba "cabeza pelá".

            Entonces comprendió "calzón quitao" que la invitación que le había hecho "cabeza pelá" era a hacer nada. Entonces se quedó callado "calzón quitao" para acompañar en la conversación a "cabeza pelá".

Hasta luego…(Calzón quitao y Cabeza pelá) (libro)

Hasta luego:



            Atardecía. Pasaba el tiempo. Era la hora del café con pan como merienda. El pan tenía que ser el llamado “pan piña” con café recién colado. El café tenía que saborearse desde el olor cuando se estaba colando en la mochila de tela. Y había que irse a la casa. No se podía perder ese dulce placer del sabor a casa y a familia y a hogar. Ya no era mediodía, aunque sí la misma plaza y la misma banqueta de la plaza del pueblo. "Calzón quitao" y "cabeza pelá" sabían eso. Sabían lo de la plaza, lo del pueblo, lo de la banqueta. También sabían que ya no era el mediodía y que atardecía. Igual sabían que era la hora del café con pan como merienda, pero el pan tenía que ser el llamado “pan piña”.
            Ahora se hallaban en un problema "calzón quitao" y "cabeza pelá". Uno tenía que despedirse e interrumpir la conversación que llevaban en la banqueta de la plaza del pueblo. "Cabeza pelá" no se atrevía porque él era quien había invitado y hubiera sido una descortesía de su parte despedir a "calzón quitao". Entonces le correspondería a "calzón quitao" levantarse y despedirse porque era el invitado. Pero el café con pan como merienda, pero con pan el llamado “pan piña” merecía la pena despedirse y dejar para el otro día la conversación que llevaban en la banqueta de la plaza del pueblo.
            -- Hasta luego – dijo "calzón quitao" levantándose del lado que ocupaba en la banqueta de la plaza del pueblo que le había dado para conversar "cabeza pelá".

            -- Hasta luego – contestó "cabeza pelá" levantándose también de la banqueta...

La banqueta del pueblo…(Calzón quitao y Cabeza pelá) (libro)

La banqueta del pueblo:




            La banqueta estaba donde siempre. Estaba donde la habían sembrado cuando la sembraron los obreros que la pusieron por mandato del que mandaba en el pueblo. El jefe había pensado que la plaza necesitaba una banqueta y mandó que hicieran una con cemento y cabillas escondidas por dentro del cemento. Que solo se viera el cemento. Las cabillas se iban a esconder porque era mejor que se viera el cemento. La hicieron así. El día que la iban a estrenar pusieron fotos del jefe por todo el pueblo y llamaron a los músicos del pueblo de al lado para que vinieran a tocar música para estrenar la banqueta. Ese día dieron comida y agua con dulce para los que fueron a ver la banqueta. La gente estaba contenta. La plaza tenía banqueta y la banqueta había sido sembrada en la plaza del pueblo. Ya la plaza se parecía a la otra plaza del pueblo de al lado que también tenía una plaza y una banqueta. Ese día los que pudieron, y fueron todos, se acercaron a la banqueta y le pasaban la mano. Los que podían se sentaban y otros se paraban y se volvían a sentar, una, dos o tres o cuatro veces, así, rapidito para comprobar que era la banqueta con cemento que escondía las cabillas que la hacían banqueta. El pueblo estaba contento. Ese día la banqueta brillaba y la habían bañado tres veces para que se viera que estaba nuevecita y era sin estrenar. 

Más de la banqueta de la plaza del pueblo…(Calzón quitao y Cabeza pelá) (libro)

Más de la banqueta de la plaza del pueblo:



Una vez estrenada la banqueta de la plaza del pueblo y que estaba en todo el frente de la Iglesia del pueblo, por eso era la plaza, y por eso era la banqueta de la plaza del pueblo, todos los del pueblo hablaban de lo grande que ya era el pueblo, porque tenía su propia banqueta. Al pasar por la plaza todos tenían que ir a ver la banqueta. Otros, antes de ir a la misa pasaban a ver si la banqueta todavía estaba sembrada donde la habían colocado los obreros cuando la habían sembrado; algunos le pasaban la mano por la parte de arriba de donde se recuesta en la banqueta; otros, hasta se sentaban un ratico, pero no mucho porque iban para la misa. Los que no habían podido pasar antes de la misa a ver la banqueta, pasaban después de la misa, y hacían igual que los habían pasado antes a ver la banqueta, sobre todo los domingos, que era cuando iba más gente a la misa. Entre semana a las tres viejitas y algún que otro más que iban a la misa no les daba tiempo de pasar a tantear la banqueta pero la miraban de lejos y les daba alegría verla, aunque fuera de lejos. Ahí permanecía el orgullo del pueblo que hacía que la plaza que quedaba al frente de la Iglesia, fuese pueblo; por eso era la plaza del pueblo, que tenía su propia banqueta con las cabillas que se escondían debajo del cemento para hacer que fuese simplemente la banqueta de la plaza del pueblo que quedaba al frente de la Iglesia….

Otro poquito más de la banqueta del pueblo que quedaba al frente de la Iglesia del pueblo …(Calzón quitao y Cabeza pelá) (libro)

Otro poquito más de la banqueta del pueblo que quedaba al frente de la Iglesia del pueblo:


          Las noticias duran poco. En la ciudad tal vez dos o tres días. En los pueblos un poquito más porque no hay muchas noticias y muchas cosas que sucedan. Por eso una noticia dura, tal vez, un mes; o dos, cuando mucho. En algunos casos pueda que un año. Pero esa noticia en ese año termina con muchas cosas añadidas a la verdadera cosa que pasó pues cada uno que la cuenta le va poniendo unas cosas de más y otras de menos. En el caso de la banqueta del pueblo ya llevaba más de un año todo lo que se decía de ella. Lo que si era verdad era que la banqueta había sido sembrada en la plaza del pueblo que quedaba al frente de la Iglesia del pueblo, por eso era la plaza del pueblo y por eso era la banqueta de la plaza…Lo que también era otra verdad era que ya casi nadie pasaba a sobar la banqueta o a comprobar que todavía estaba sembrada en la plaza donde la habían sembrado los obreros cuando la sembraron por la idea y porque el jefe del pueblo lo había querido así. Y así era. La gente ahora la veía de lejos y sabía que ahí estaba. Además, estaba donde la habían sembrado.
            Por otra parte, en la banqueta se sentaban "calzón quitao" y "cabeza pelá" a conversar cuando podían, que era siempre. Y cuando no podían, que era nunca, no se sentaban en la banqueta que estaba en la plaza que estaba al frente de la Iglesia del pueblo, por eso era la plaza, porque no había otra Iglesia… y tampoco otra plaza… y tampoco otra banqueta, aun cuando por lo menos en la misma plaza que estaba en la plaza que estaba al frente de la Iglesia del pueblo…