Las noticias duran poco. En la ciudad tal vez dos o tres días. En los
pueblos un poquito más porque no hay muchas noticias y muchas cosas que
sucedan. Por eso una noticia dura, tal vez, un mes; o dos, cuando mucho. En
algunos casos pueda que un año. Pero esa noticia en ese año termina con muchas
cosas añadidas a la verdadera cosa que pasó pues cada uno que la cuenta le va
poniendo unas cosas de más y otras de menos. En el caso de la banqueta del
pueblo ya llevaba más de un año todo lo que se decía de ella. Lo que si era
verdad era que la banqueta había sido sembrada en la plaza del pueblo que
quedaba al frente de la
Iglesia del pueblo, por eso era la plaza del pueblo y por eso
era la banqueta de la plaza…Lo que también era otra verdad era que ya casi
nadie pasaba a sobar la banqueta o a comprobar que todavía estaba sembrada en
la plaza donde la habían sembrado los obreros cuando la sembraron por la idea y
porque el jefe del pueblo lo había querido así. Y así era. La gente ahora la
veía de lejos y sabía que ahí estaba. Además, estaba donde la habían sembrado.
Por otra parte, en la
banqueta se sentaban "calzón quitao" y "cabeza pelá" a
conversar cuando podían, que era siempre. Y cuando no podían, que era nunca, no
se sentaban en la banqueta que estaba en la plaza que estaba al frente de la Iglesia del pueblo, por
eso era la plaza, porque no había otra Iglesia… y tampoco otra plaza… y tampoco
otra banqueta, aun cuando por lo menos en la misma plaza que estaba en la plaza
que estaba al frente de la
Iglesia del pueblo…
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