Hablemos de la fe:
Al otro día del día en que sembraron a Cirilo se encontraban en la
banqueta de la plaza que está al frente
de la Iglesia
que tiene dos campanas, las del reloj y las de la Iglesia-Iglesia ,
"calzón quitao" y "cabeza pelá".
-- Hablemos de la fe – propuso
"calzón quitao" a "cabeza pelá".
-- Me parece muy bueno – aceptó
confirmando "cabeza pelá".
-- ¿Qué es la fe? – preguntó
preguntándose "calzón quitao" para entrar en el tema, sin más y sin
menos.
-- ¡La vida! – contestó
contestándose a la vez que le respondía a "calzón quitao"
"cabeza pelá".
-- Las ganas de vivir – completó
"calzón quitao" al aporte que hacía "cabeza pelá" y
completaba lo que se estaba completando con lo que cada uno decía.
-- ¡Tiene razón! – afirmó y aceptó
"cabeza pelá".
-- ¡Porque para vivir hay que tener
ganas! – completó otro más "calzón quitao" entrando ya en
profundidades.
-- ¡Y eso necesita tener sentido! –
siguió completando "cabeza pelá".
-- También suerte – dijo
"calzón quitao".
-- También tiempo – añadió
"cabeza pelá".
Estaban profundos. El haber sembrado
a Cirilo los había llevado a profundidades. Aunque Cirilo también estaba
profundo. A tres metros. O a dos. O a menos. Pero profundo. Tal vez más.
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